LA SEGREGACIÓN ESCOLAR
Un día de entre tantos festivos que estamos teniendo esta Semana
Santa, mis compañeros y yo quedamos una tarde para tomarnos uno refrescos y
conversar un poco.
Después de unas horas, uno de los temas que surgió fue el tratado
en clase, el fracaso escolar, pasados unos minutos con este tema de conversa
surgió la pregunta, ¿Sería favorable para los alumnos la segregación escolar?
Creo que ha esta cuestión teníamos los tres una misma respuesta,
la segregación puede hacer que los “buenos estudiantes” puedan ser mejores,
pero lo más probable es que estudiantes a los que se les considera “malos”
,pero que tal vez aún se les pueda rescatar, se les esté enviando directamente
a los más profundo del abismo sin que puedan resurgir.
En ese
momento recordé una charla con profesores de cuarto de ESO, cuando lo
cursábamos, donde un alumno pedía que, por favor, separasen de esa clase a los
alumnos problemáticos que les impedían avanzar. Y, que si no lo hacían así, lo
único que estábamos haciendo era cortar sus aspiraciones a cursar unas
enseñanzas postobligatorias en condiciones.
Por lo
tanto, ¿Es mala una segregación escolar que piden los propios receptores del propio
sistema educativo? ¿Perjudica la segregación escolar a los malos alumnos? ¿Es
bueno segregar en algún momento de las etapas educativas obligatorias? ¿Existe
la igualdad de oportunidades? Pienso que no. Desde el momento que uno nace en
determinado lugar de nuestra geografía, ya viene marcado. Se pierden muchos por
el camino, pero ha sido la propia
sociedad quien ha fallado. Y no olvidemos que la sociedad la forman quienes
están incluidos en ella y quienes prefieren mantenerse al margen de la misma.
Pero, una
vez estamos en un centro educativo donde la mayoría del alumnado son de
familias sin ningún problema “serio” de exclusión social, ¿es beneficiosa la
inclusión escolar? Incluir significa dar a todos el mismo tratamiento, atender
individualmente a todos los alumnos y, conseguir, que los mismos accedan a los
mismos niveles de conocimiento.
Lamentablemente
los alumnos no son homogéneos. Sus capacidades y habilidades son diferentes. A
algunos se les dan bien las actividades manuales, a otros las deportivas, a
otros las artísticas, a otros las matemáticas, etc. En definitiva, son
diversos. ¿Es la diversidad positiva en los aprendizajes? Difícil de responder.
Siendo políticamente correctos y siguiendo las filosofías educativas de los
pedagogos de despacho la respuesta sería un sí rotundo. En la realidad del día
a día surgen dudas. Dudas de las agrupaciones heterogéneas. Dudas de cómo
atender la diversidad con alumnado tan diferente. Dudas al ver que la realidad
y la respuesta de los alumnos a este tipo de grupos tan heterogéneos es
totalmente ineficaz.
Uno nace
alto, bajo, blanco, negro, niño, niña, etc. pero cada uno es totalmente
diferente con independencia del envoltorio que le envuelva. En lugar de
homogeneizar como se está haciendo en la actualidad, ¿se debería homogeneizar
en la heterogénea realidad de sus capacidades y habilidades? A mi entender creo
que no hay nada más excluyente que la propia inclusión incoherente.
Como vimos en la esignatura "juego educativo" creo que si damos a todas las personas el mismo trato estamos siendo injustos, pues para nada creo en el "todos somos iguales", como cada persona es diferente, y debemos dar un trato EQUIVALENTE pero no igual porque cada persona tiene unas necesidades diferentes.
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